1. Sacá la cuenta! Yendo en bici o en transporte público
ahorrás en combustible, seguro, patente, reparaciones, estacionamiento. ¡Uff! Y
ganás salud.
2. Imprimí doble faz. Un árbol equivale a sólo 6 resmas de papel. Al usar las dos caras de cada hoja, cada resma te cuesta el 50%.
3. Cambiá todas tus lamparitas por otras de bajo consumo. Consumen un 80% menos de energía y duran 8 veces más. La cuenta de luz mucho más liviana y la atmósfera con menos CO2.
4. Usá menos electricidad para refrescarte o calentarte. Además de abaratar tu factura de luz, tu casa se llena de energía verde. Las plantas ayudan a refrescar tu casa y aislar con doble vidrio te protege del frío y del calor.
5. Comprá menos productos de belleza. ¿Sabías que el aceite de tu casa se puede reciclar y convertir en jabón? Olvidate de comprar jabones costosos y sofisticados, ¡hacé el tuyo propio!
6. Descongelá el freezer. Al hacerlo ahorrás hasta 30% de energía. Además podés comprar los que tienen tecnología “No Frost” para ahorrar electricidad.
7. Reciclá tu ropa. Una camiseta vieja puede convertirse en dos repasadores de cocina. Un par de medias en un guante para el horno. ¡No hay límites para el reciclaje!
8. Volvé a usar las bolsas de plástico. Si no pudiste evitar que te la den en algún comercio, ¡no las tires! Dales otro uso, por ejemplo levantar los desechos de tu mascota.
9. Llevá tu propio tupper. Muchas veces pedimos delivery o comemos afuera en nuestra oficina o nuestra casa. Cociná en cantidad, y distribuí las porciones en una semana. Ahorrá dinero y usá menos packacking.
10. ¿Te acordás del “prestado”? Reciclá la cultura del prestar y devolver. Sacá libros de la biblioteca, prestá tus cosas o pedí prestadas en vez de comprar siempre nuevo.
2. Imprimí doble faz. Un árbol equivale a sólo 6 resmas de papel. Al usar las dos caras de cada hoja, cada resma te cuesta el 50%.
3. Cambiá todas tus lamparitas por otras de bajo consumo. Consumen un 80% menos de energía y duran 8 veces más. La cuenta de luz mucho más liviana y la atmósfera con menos CO2.
4. Usá menos electricidad para refrescarte o calentarte. Además de abaratar tu factura de luz, tu casa se llena de energía verde. Las plantas ayudan a refrescar tu casa y aislar con doble vidrio te protege del frío y del calor.
5. Comprá menos productos de belleza. ¿Sabías que el aceite de tu casa se puede reciclar y convertir en jabón? Olvidate de comprar jabones costosos y sofisticados, ¡hacé el tuyo propio!
6. Descongelá el freezer. Al hacerlo ahorrás hasta 30% de energía. Además podés comprar los que tienen tecnología “No Frost” para ahorrar electricidad.
7. Reciclá tu ropa. Una camiseta vieja puede convertirse en dos repasadores de cocina. Un par de medias en un guante para el horno. ¡No hay límites para el reciclaje!
8. Volvé a usar las bolsas de plástico. Si no pudiste evitar que te la den en algún comercio, ¡no las tires! Dales otro uso, por ejemplo levantar los desechos de tu mascota.
9. Llevá tu propio tupper. Muchas veces pedimos delivery o comemos afuera en nuestra oficina o nuestra casa. Cociná en cantidad, y distribuí las porciones en una semana. Ahorrá dinero y usá menos packacking.
10. ¿Te acordás del “prestado”? Reciclá la cultura del prestar y devolver. Sacá libros de la biblioteca, prestá tus cosas o pedí prestadas en vez de comprar siempre nuevo.
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