25 septiembre, 2011

La Huella de Carbono, un mecanismo para conocer la relación entre el consumo humano y su impacto ambiental


Probablemente, es un término poco conocido, pero sumamente práctico para ilustrar la relación entre el consumo humano y su impacto ambiental, refiriéndose a la totalidad de gases de efecto invernadero emitidos por efecto directo o indirecto de un individuo, organización, evento o producto; y para medir dicho impacto realizamos un inventario de tales emisiones, para que conociendo su cantidad podamos adoptar medidas para reducirla.

Estos gases de efecto invernadero (GEI) acaparan el calor en la parte elevada de la atmósfera, y aunque ocurre naturalmente para crear climas soportables en el planeta, en concentraciones elevadas contribuye a aumentos de temperatura del nivel del mar, y otros cambios climatológicos, que afectarían gravemente a la humanidad. La huella de carbono constituye un mecanismo para medir la cantidad de CO2 emitido por la quema de combustibles fósiles, siendo para un individuo o casa, las emisiones correspondientes a sus actividades diarias: su huella de carbono personal; una herramienta sumamente útil, que facilita al individuo conocer con precisión las emisiones liberadas a la atmósfera por sus acciones, y así, su participación en el calentamiento del planeta.

Conociendo la factura anual de gas, electricidad, kilometraje aproximado recorrido de avión/automóvil, consumo de alimentos, productos y servicios, podemos calcular las emisiones de estos gases, con un cuestionario de 4 partes, donde cada una corresponde a 1/4 de las emisiones, que son:

Alojamiento (incluye la superficie, consumo de energía y equipamientos del hogar);

Transporte (abarca automóvil, motocicleta, avión, transporte público);

Alimentación (presenta las cantidades de carne, pescado, lácteos, frutas, vegetales exóticos, legumbres y bebidas);

Consumo (se refiere al equipamiento tecnológico, suministros, muebles, ropa, entretenimiento).

El cambio climático ocasionado por la emisión de GEI, especialmente CO2, constituye una amenaza para la vida del planeta, existiendo evidencias considerables que la mayor parte del calentamiento ha sido provocada por el hombre, ya que actividades como transporte, alimentación, y los bienes utilizados en el hogar, implican un consumo de energía, agravando la situación. Por tanto, reconociendo la huella de carbono, podemos ser más conscientes en nuestro estilo de vida y con las futuras generaciones.



PEDRO MEILÁN

Administrador de la Autoridad de Protección al Consumidor y Defensa de la Competencia
pmeilan@acodeco.gob.pa

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