Más de 800 millones de personas en todo el mundo no tienen acceso a agua potable. Muchas de ellas se encuentran en regiones remotas. Las consecuencias de ingerir agua no purificada son graves, muchas veces mortales. El agua contaminada es foco de numerosas enfermedades como diarrea, cólera, fiebre tifoidea y hepatitis. Según cifras del Fondo de Naciones Unidas para
Científicos alemanes crearon un sistema sencillo y autosuficiente de purificación de agua, que en comparación con las plantas tradicionales brinda mayores ventajas a las regiones remotas y en desarrollo. Con el objetivo de producir industrialmente estos sistemas, los científicos fundaron la empresa Autarcon, con sede en la ciudad alemana de Kassel.
El sistema consta de una bomba, paneles solares y una unidad de control. Esta última purifica el agua por medio de celdas de electrólisis después de su filtración. Lo ingenioso es que en la celda de electrólisis se produce cloro. Para lograrlo se hace uso de la sal que se encuentra en el agua. Por lo tanto, no necesita productos químicos, y también es autosuficiente en cuanto al material.
Gracias al tratamiento con el cloro propio, el agua permanece libre de gérmenes después de su potabilización. De esta manera, ya no es necesario un tratamiento posterior del agua. Tampoco se requieren otros químicos.
El sistema es autosuficiente sobre todo gracias a que funciona con energía solar. Un módulo solar proporciona la energía necesaria para la electrólisis y para el funcionamiento de la bomba. El sistema es capaz de bombear agua de hasta
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