01 febrero, 2012

14 DE FEBRERO: DIA DE LA ENERGÍA



Desde 1949 se instituyó el 14 de febrero como "Día Nacional del Agua y la Energía Eléctrica". Finalmente, en 1973 el Decreto N° 2481 estableció que cada 31 de marzo se celebre con exclusividad el "Día Nacional del Agua".
El objetivo del Día Mundial de la Energía, es tomar en  cuenta  la  importancia  de  estas  problemática  y  la necesidad de apostar por energías renovables limpias, con lo que se disminuiría la concentración de gases que causan el efecto invernadero.
Cabe señalar que de acuerdo al informe de Naciones Unidas, más de un tercio de la población mundial no tiene acceso a las formas avanzadas de energía, y que los  30  países  más  desarrollados  del  planeta,  que representan un 15% de la población total, consumen más del 60% de estas formas modernas de energía.
Asimismo, se calcula que aproximadamente el 80% de la energía se produce en base a combustibles fósiles, de ésta un 36% es proveniente del petróleo y sólo un 2% resulta de energías renovables.

Desde que el ser humano habita este planeta ha explorado todas las alternativas posibles para generar la energía necesaria y facilitadora de una vida cómoda y satisfactoria, tal como la conocemos hoy en día. El hombre hizo de la energía su fuente de calor, de luz, de movimiento y de fuerza.
De esta manera logró cubrir desde sus necesidades más primarias hasta aquellas que nuestros ancestros jamás soñaron satisfacer: iluminar una ciudad entera, acondicionar un edificio, trasladarse a lo largo de miles de kilómetros en cuestión de horas, elevarse hacia las alturas y volar, lograr que una máquina realice el trabajo de cien brazos juntos. El hombre supo darle infinidad de usos a ese recurso que se le presentaba como interminable, sin considerar jamás la posibilidad de que aquellas fuentes que lo proveían pudieran agotarse. Hasta ahora.
Según de dónde provenga la energía, se la clasifica en no renovable o renovable. La primera proviene justamente de fuentes agotables, tales como el carbón, el gas natural y el petróleo. La segunda, en cambio, es virtualmente infinita y podemos obtenerla de la luz del Sol (energía solar), del agua (energía hidráulica), del viento (energía eólica), de las mareas (energía mareomotriz) e incluso de nuestro propio cuerpo (energía cinética), por nombrar algunos ejemplos.

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