28 octubre, 2011

De chico, nunca soñé con ser astronauta"


Nadie diría que detrás de este caballero de sonrisa fácil hay un exmarine, expiloto de pruebas y exastronauta que voló en cuatro misiones del ya legendario transbordador espacial. Sin embargo, así es Charles Bolden Jr., administrador de la NASA desde 2009, que estuvo en Buenos Aires para firmar un acuerdo marco de cooperación espacial entre los Estados Unidos y la Argentina, y para participar en la presentación de los primeros resultados de la misión conjunta SAC-D/Aquarius. Ayer, muy temprano, recibió a un grupo de periodistas.

-Señor Bolden, ¿cómo seguirá de aquí en más la colaboración argentino-norteamericana?

-No importa lo que pase entre nuestros países, en ciencia y tecnología siempre fuimos socios amigables, y creo que nada puede ejemplificarlo mejor que el proyecto SAC-D/Aquarius. [Haber podido desarrollar] un programa que producirá datos críticos para entender el clima y la circulación de los océanos habla muy bien de la naturaleza de nuestras relaciones. Y esto va más allá de la Argentina y los Estados Unidos. Fue su país el que atrajo a Canadá, Italia, Francia y Brasil a este proyecto, y lo convirtió en una cooperación realmente internacional, que es lo que queremos.

-¿Los cortes presupuestarios que enfrenta la NASA afectarán el desarrollo de sus programas?

-El presupuesto aprobado para 2012 sostiene muy bien la exploración que queremos emprender. Nuestras prioridades son el desarrollo de un sistema de lanzadores espaciales que eventualmente nos lleve a un asteroide. O a Marte, con seres humanos, en 2030. También, continuar la operación de la Estación Espacial Internacional hasta 2020, y atraer a compañías comerciales que ofrezcan el acceso a órbita tanto para la carga como para la tripulación. En lo científico, el telescopio James Webb, que promete mejorar todo lo ofrecido por el Hubble. Así, podremos seguir ayudando a la industria norteamericana, y continuar haciendo la aviación más segura y menos contaminante. En este momento no estoy tan preocupado por el presupuesto.

-Como miembro del programa de transbordadores, ¿qué sintió ante su cancelación?

-La decisión de ponerle fin se tomó en 2004, para enfrentar otros desafíos. La última vez que los seres humanos viajamos a otro objeto espacial fue en 1972. Desde entonces, no superamos los 657 km de altura. Tendríamos que ir mucho más lejos, y es lo que intentaremos hacer.

-¿Cómo llegó a la astronáutica? ¿Era de esos chicos que sueñan con volar al espacio?

-No, para nada... Quise ser muchas cosas, pero nunca astronauta. Mi sueño era ir a la Academia Naval y lo cumplí. Me enamoré de la aviación la primera vez que me subí a un avión. Uno de los primeros astronautas del shuttle me sugirió que me presentara. [Creí] que nunca me eligirían...

-¿Los astronautas nunca tienen miedo de volar?

-No, algunos tienen miedo de las alturas, pero no de volar....

Por Nora Bär | LA NACION

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